Minutos más tarde, confesó que ahora era más consciente de que su enfermedad, el cáncer, había terminado motivando su vida. Steve Jobs se repetía: "Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿haría lo que voy a hacer? No hay razón para no seguir... Nadie quiere morir, incluso los que saben que van a ir al cielo. Pero hay que renovar, lo nuevo sustituye a lo viejo y así debe ser".
Pero quizás, las palabras que más resuenan del discurso de Steve Jobs en Stanford son las dedicadas a la vocación: "A veces la vida te golpea con un ladridllo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me ha mantenido en pie ha sido amar lo que hago. Tenéis que encontrar lo que amáis. Vuestro trabajo es una parte muy importante en la vida, y la única forma de queda satisfechos es creer que estáis haciendo algo grande. Amad lo que hacéis".
Os dejamos con el vídeo de Steve Jobs en Stanford. Son 14 minutos y, aún así, imprescindibles para entender su mensaje: "Vuestro tiempo es tan limitado que no debéis gastarlo viviendo la vida de otro".
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